En mi niñez jamás pensé en trabajar en turismo; ni siquiera recuerdo pensar en qué existían profesionales en esa área. Al pensar en mi futura vida universitaria pensaba en carreras relacionadas al arte, ya que gané muchos concursos de dibujo y pintura en la primaria (dos a nivel nacional), pero en la adolescencia no pude seguir ese camino. Aún así, entre mis intereses estaban Diseño de Modas, Diseño Gráfico y Arquitectura. Esta última fue la elegida, pero en el tercer año de la carrera decidí cambiarme.
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| Once upon a time... |
Me cambié de carrera. ¿Y ahora qué hago?
Investigar, eso fue lo primero que hice: investigar sobre las distintas facultades y la inmensa oferta académica de la Universidad de Panamá. Pero ahora mi recomendación sería ser amable consigo mismo. A veces pasamos por alto la fragilidad del ser humano y somos demasiado duros y autocríticos; esa actitud es tóxica y nos impide ser realmente felices. Pasé muchos años sintiéndome avergonzada por mi decisión, aunque definitivamente fue la correcta.
¿Por qué Turismo?
Mi mamá estudió en la Facultad de Humanidades, así es que puse mucha atención a sus carreras.
La Licenciatura en Turismo Histórico Cultural con énfasis en Promoción Cultural abarca tres áreas: turismo, historia y cultura, y el plan de estudios resultó muy atractivo para mí. A pesar de ser una persona introvertida disfruto de relacionarme con personas de distintos lugares, con costumbres y tradiciones muy diferentes. Me encanta leer, investigar y compartir todo lo que sé sobre mi país.
El intercambio cultural que se produce gracias al turismo es enriquecedor para el alma. Encontré mi lugar ahí.
Una anécdota muy divertida
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| Mini guía turística Ann, 15 años |
¿Se imaginan lo díficil que fue? Fui teacher en sexto de primaria (es un día especial en que solo se da medio día de clases y los estudiantes se convierten en maestros) porque desde pequeña fui bastante autodidacta: podía traducir con términos sencillos, leer y comprender almost everything... Pero nunca tuve acceso a clases conversacionales y no tenía con quien practicar.
Redacté un guión corto (introducción, información sobre el sitio, posibles preguntas y respuestas, agradecimientos) en una hoja pequeña y fui con una vecina que consiguió una cámara, sostuvo el papel y me grabó. Y funcionó bastante bien: convencí a una señora estadounidense de participar en el video, y le agradezco que fuera muy amable y comprensiva con mi nivel de inglés. Y aunque la teacher notó que leí la pude convencer de que tenía que apoyar a mi amiga con la cámara (sí, una mentirita blanca jajaja).
Es increíble, pero no disfruté la experiencia y no influyó para nada en mis futuras decisiones.
Guía de museo
Muchos años después realicé mi práctica profesional como requisito para obtener el título de licenciatura en el Museo del Canal Interoceánico como guía. Previo a esta práctica tuve una breve experiencia en una gira académica. Cada estudiante debía hablar sobre un punto del recorrido estando dentro un bus en movimiento. Fue bastante gracioso intentar captar la atención del otro grupo, para lo que utilizé aquella famosa frase de Thalía:
¿Me escuchan, me oyen, me sienten?
Y nadie pudo ignorarme.
Quería realizar mi práctica profesional en un museo ya que, durante la pandemia (2020-2021), me volví muy aficionada a los museos virtuales. ¡Incluso ahora me siguen emocionando y me gustaría llevar a cabo un proyecto de ese tipo!
Y volviendo al tema, mi práctica duro 4 meses y realicé muchos recorridos por las salas de exhibición; además, tuve la oportunidad de redactar guiones para actividades especiales.
Esta experiencia fue muy especial para mí, aprendí muchísimo.
| Mi amiga Sofía; hicimos la práctica juntas |
Situación en Panamá: La necesidad de una idoneidad turística
Existen muchos tipos de turismo y los guías se especializan en uno o varios. Es una profesión que demanda mucha paciencia, tolerancia, disciplina y perseverancia, además de exigirle al guía estar en constante aprendizaje.
Un guía turístico no solo domina uno o más idiomas, sino que ejerce como mediador entre el patrimonio y el turista, con el objetivo de cautivar, enseñar y generar satisfacción. No soy guía actualmente, pero conozco a varios colegas que sí lo son y se esfuerzan tanto cada día para garantizar una buena experiencia al visitante.
En Panamá no se le da el valor que merece al técnico o licenciado en turismo. La mayor parte del equipo de trabajo de empresas turísticas no ha estudiado carreras de turismo y aunque puede parecer que no es tan importante, sí afecta al sector.
Si para trabajar como contador, ingeniero o abogado necesitas una idoneidad, ¿por qué no se exige lo mismo en turismo? Es una forma sencilla de garantizar la calidad del servicio ofrecido. Puedo poner de ejemplo a Uruguay, cuyos trabajadores de empresas turísticas cuentan con estudios terciarios en este ámbito. Están generando proyectos muy interesantes y ambiciosos, desarrollando su potencial y ampliando su mercado: de recibir a sus vecinos de Brasil y Argentina se preparan para atender a una demanda más internacional.
Estoy segura que podemos volver a levantar el Turismo en Panamá, no solo en la capital, sino promoviendo los atractivos de todo el país.


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