¿Te imaginas despertar un sábado en la mañana, revisar tus mensajes en el celular y que tu profesora te haya invitado a participar como extra en la grabación de una película? Pues justamente eso me pasó y, ya que el cine es una expresión artística y cultural, compartiré mi experiencia aquí.
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Con Elmis Castillo, actor y director de la película "Érase una vez en Panamá" |
Primera experiencia en una película
El pasado sábado 16 de diciembre participé como extra en unas escenas de la película Érase una vez en Panamá de Elmis Castillo, un popular actor y cantante panameño. Inicialmente no tenía ni idea del proyecto y pensé que sería algo más pequeño, realizado por estudiantes universitarios. Era también lo que suponía mi querida profesora, Magdalena Delgado, pues fue uno de sus estudiantes quien la invito, y ella me invito a mí. Para una persona tan introvertida como yo es un logro monumental cultivar y mantener relaciones duraderas, por lo que quiero destacar la importancia de mantener buenas relaciones con todo tipo de personas, desde los compañeros de clase hasta profesores, desde el nutricionista hasta el señor que vende frutas, pues parte de nuestra experiencia de vida se construye en base y como resultado de nuestra interacción con otros seres humanos (y seres vivos, en general). Mi experiencia de vida sería muy limitada sino tuviera personas tan geniales como la profesora Magdalena y Alejandra Solis (estudiante universitaria, una gran amiga a pesar de que tenemos poco más de un año de conocernos) a mi alrededor.
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Con la profesora Magdalena y mi amiga Alejandra |
La industria cinematográfica panameña está en pleno auge, con muchos jóvenes actores, productores, directores y guionistas que trabajan muy duro por conseguir fondos y patrocinadores, pues nuestro pequeño país no tiene una gran tradición audiovisual como otros países latinoamericanos. En general, el apoyo a las expresiones culturales en Panamá es escaso y llevar a cabo un proyecto como este teniendo todo eso en cuenta ya es de aplaudir.
Nunca me imaginé actuando, ni siquiera está en mis lista de sueños y metas por cumplir. Como ya mencioné, soy una persona introvertida que disfruta de observar y no de ser observada: lo mío es contar historias, no representarlas. Por eso, cuando surgió la oportunidad de participar en un taller sobre estos temas (aprender a contar historias y conocer todo lo que conlleva el trabajo audiovisual) decidí intentarlo y pude ser parte de la primera generación de Creando 2023. Pero ya les contaré sobre eso en otra ocasión...
Un guión es un trabajo maravilloso: encontrar las palabras adecuadas que den fluidez a las escenas y marcar una ruta a seguir en la historia, pero ver a los actores recrearlo no tiene precio. Es muy interesante.
No sé si las pequeñas escenas en las que participé serán integradas en el metraje final, pero en esta entrada dejo un testimonio de que estuve ahí, que lo viví y lo disfruté.
Un dato curioso es que esperamos desde la mañana hasta las 4 de la tarde para grabar, pues estaban grabando otras escenas. ¡Qué bueno que fuimos pacientes! Esperamos un poco más y participamos. Es una experiencia única en la vida para una licenciada en Turismo, una docente y otra futura docente.
No puedo contarles de qué trata la escena, porque quiero que vayan a verla. En las cuentas oficiales encontrarán más información sobre la película. Eso sí, estoy segura de que se sentirán muy identificados. Aquí les dejo una breve descripción (tomada de la cuenta oficial en Instagram):
Érase una vez en Panamá es una comedia-drama sobre Ermisendo, un conserje que, al abrirle la puerta a su jefe Domingo, es acusado injustamente del robo más grande de fentanilo en la historia de Panamá. Esto hace que Ermisendo huya hasta que conoce a Tito, un ex macho de monte, quien le relata su historia de vida sobre cómo logró desmantelar una red de tráfico de niños haciendo lo correcto. Esto inspira a Ermisendo a enfrentarse a aquellos que lo incriminaron... pero, ¿a qué precio?
Apoya al Cine Panameño
Al margen de todos sus aciertos y desaciertos y del poco apoyo estatal, jóvenes como Elmis me llenan de orgullo. Jóvenes que sueñan alto, trabajan por sus objetivos y le muestran al mundo cómo es Panamá y cómo son sus ciudadanos, un pueblo echao' pa' lante que sigue luchando y que mantiene la esperanza de que vienen mejores cosas.
Los animo a llenar las salas de cine y a darle una oportunidad al cine panameño. Comenten y compartan la película (y este blog, ¿por qué no?) con todo el mundo, que ahora con las redes sociales es bastante sencillo volver tendencia un evento. ¿No sería hermoso que una película panameña se volviera tendencia a nivel internacional? ¿Qué nos detiene? Nada.
La industria cinematográfica panameña tiene mucho potencial. No necesitamos copiar el estilo de otros países sino crear el nuestro, ser auténticos. Tal vez ese sea una de los secretos del éxito en cualquier proyecto cultural o artístico. La gente conecta más con la autenticidad y es algo que debemos promover en Panamá. Nuestra cultura e idiosincracia es muy interesante y estoy segura de que el público internacional la apreciará tanto como el local.
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Entre tomas |
Muchas gracias a la profesora Magdalena Delgado de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Panamá (mi alma mater) por invitarme. ¡Qué experiencia más bonita profe!
¡Viva Panamá y viva su gente!
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Estreno: 21 de marzo
Cuentas oficiales (Instagram):
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